Ya no cabe ninguna duda de que la BlackBerry Venice, o lo que es lo mismo, la primera BlackBerry con Android (oficial), es una realidad, y está muy cerca. Ya hemos visto alguna imagen sobre ella pero hasta ahora eran solamente renders. La noticia hoy es que, de la mano de CrackBerry ya tenemos las primeras imágenes reales del dispositivo y de calidad aceptable, y lo cierto es que a un servidor le ha puesto los dientes largos.
Como veremos, tenemos bastantes imágenes desde diferentes ángulos, y por suerte, podemos apreciar con detalle la característica por la que muchos usuarios decidirán comprar este terminal, el teclado físico deslizante. También podremos ver otras partes del equipo, como las ranuras para las tarjetas microSD y SIM, y su cámara principal, de la que se revelan datos importantes gracias a estas imágenes.
El diseño coincide a la perfección con esos renders que habíamos visto con anterioridad, y la disposición de botones y los slots de las tarjetas varían un poco respecto a lo que estamos acostumbrados en Android. El botón de encendido y apagado se encuentra al lado izquierdo –la mayoría de smartphones lo tienen al lado derecho–, y lo que es más curioso aún es el hecho de que las tarjetas microSD y SIM se sitúan en el borde superior del dispositivo.
Como os decíamos, gracias a estas nuevas imágenes podemos saber más acerca de la cámara de la BlackBerry Venice. En las que os dejamos a continuación, apreciamos un doble flash, y en el grabado está escrito que es de 18 megapíxeles, coincidiendo con los rumores, y que tiene OIS –estabilizador óptico de imagen– y enfoque rápido, por lo que probablemente incorpora alguna tecnología para conseguirlo, como por ejemplo el enfoque por láser. En cuanto a la versión de Android, se trata de Lollipop.
Así que como decíamos al principio, parece que la llegada de la BlackBerry Venice al mercado está muy próxima. Nos toca seguir esperando a nueva información, y ahora que sabemos todo acerca de su diseño, nos quedan por saber sus especificaciones técnicas, su disponibilidad –quizás no se venda a nivel internacional–, y cómo no, su precio.
